Notas de seguridad en el sector limpieza. Estrés y fatiga.
ESTRÉS Y FATIGA EN LOS TRABAJADORES DE LIMPIEZA
La distribución horaria de la jornada de trabajo, el exceso de horas, la falta de planificación o una asignación de tareas inadecuada, afectan a la salud de los trabajadores. Las tareas y competencias deben ser distribuidas con claridad, teniendo en cuenta las pausas necesarias, los equipos y medios más adecuados para la realización de las mismas y las cualificaciones de los operarios.
Por otra parte, generalmente es un trabajo en solitario, a horas en las que no se encuentra el resto del personal en el edificio. Por ello, se debe tener presente las características de este horario para disponer medidas que eviten el aislamiento y otros problemas de falta de comunicación e información, tales como el establecimiento de canales seguros y fiables de información, bidireccionales y que lleguen a todos los trabajadores, tanto entre sí como entre los mandos y los operarios.
La organización del trabajo facilitará la relación entre los trabajadores con el fin de mejorar la productividad y calidad en las condiciones de trabajo. Esto logrará evitar el aislamiento en el trabajo y los problemas que ello acarrea.
El trabajo a turnos y nocturno influye en la calidad de vida del trabajador.
Se considera trabajo nocturno el realizado entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana.
El proporcionar los medios para realizar comidas calientes ayuda a disminuir los efectos sobre el rendimiento y la bajada de atención. En los trabajos nocturnos las comidas suelen ser rápidas y además suele aumentar el consumo de café y tabaco y se tiende a aplazar la comida o saltársela.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la calidad del sueño en estos casos. Para recuperarse de la fatiga diaria es necesario dormir, con variaciones individuales, alrededor de siete horas durante la noche, de manera que puedan darse todas las fases del sueño y se facilite la recuperación física durante las primeras horas de sueño, y la recuperación psíquica en las horas siguientes. La alteración de estos ritmos provoca situaciones de fatiga, estrés, acumulación de errores y disminución de la capacidad de respuesta.
En el turno de mañana, al tener que despertarse demasiado pronto y acortar las últimas horas de sueño, se reduce el sueño paradójico (descanso psíquico).
En el turno de noche se produce una reducción del sueño profundo, se tienen más dificultades para dormir por el día y se dificulta la recuperación de la fatiga física.