Indicaciones sobre turnicidad y noctunidad
El problema es que el ser humano está sometido a ritmos biológicos que influyen en el funcionamiento de su organismo. Estos ritmos biológicos se llaman ritmos circadianos y coinciden con los estados de vigilia y sueño.
Nuestro organismo no tiene la misma estabilidad durante las 24 horas del día:
– Por la noche se produce una disminución de las capacidades físicas y mentales.
– La memoria a largo plazo disminuye durante la noche y mejora progresivamente a lo largo del día.
– En unos momentos del día la rapidez de nuestras respuestas es máxima, mientras que en otros producimos respuestas más lentas.
– Se sabe también que el tono muscular, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria, etc., experimentan variaciones a lo largo de la jornada.
En general, se puede decir que nuestro organismo está “biológicamente programado” para la actividad diurna y el descanso nocturno, por lo que el trabajo nocturno debe ser considerado como antinatural.
El trabajo a turnos exige mantener al organismo activo en momentos en que necesita descanso y a la inversa. Además, los turnos colocan al trabajador y a la trabajadora fuera de las pautas de la vida familiar y social. Todo ello provoca un triple desajuste entre el tiempo de trabajo, el tiempo biológico y el tiempo social.
El trabajo a turnos es desarrollado por distintos grupos de trabajadores y trabajadoras de manera sucesiva, cumpliendo con un trabajo que puede llegar a realizarse de forma ininterrumpida, de esta manera el trabajo queda cubierto las 24 horas del día y durante todos los días de la semana (ejemplos: sector sanitario, hoteles,…).
Este sistema de trabajo abarca el trabajo nocturno.
La legislación española regula el trabajo en el turno de noche en el Estatuto de los Trabajadores, considerándose trabajo nocturno a aquella prestación laboral que tiene lugar entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y trabajadora o trabajador nocturno al que invierte, como mínimo, tres horas de su trabajo diario, o al menos una tercera parte de su jornada anual, en este mismo horario.
Este tipo de trabajos se caracteriza por:
– La alteración de los ritmos biológicos, dada la falta de regularidad en los horarios de trabajo y de descanso.
– La necesidad de un esfuerzo adicional para desarrollar la actividad.
– No haber variación en los niveles productivos requeridos en función del turno o del ritmo biológico.
– La redistribución de todas las actividades (comidas, ocio, descanso…) en función del horario de trabajo.
– El ritmo de vida diferente al del entorno social y familiar.
Numerosos estudios evidencian que los trabajadores y las trabajadoras a turnos están menos satisfechos en su trabajo que los que tienen un horario fijo. Además este tipo de trabajo, y sobre todo el nocturno, tiene efectos negativos sobre la salud, el trabajo y la vida social y familiar del trabajador y la trabajadora. Tal es así, que las personas que trabajan en turno nocturno pierden cinco años de vida por cada quince años de jornada laboral, duermen entre 5 y 7 horas semanales menos, presentan un índice de divorcios superior al del resto de sus compañeros y tienen muchas más probabilidades de sufrir trastornos metabólicos, cardiovasculares, digestivos o psicológicos (datos de la Organización Internacional del Trabajo)
PRINCIPALES EFECTOS DEL TRABAJO A TURNOS Y NOCTURNO
Las consecuencias y efectos del trabajo a turnos y nocturno son:
Sobre la salud y el bienestar:
· Trastornos gastrointestinales: pérdida del apetito, gastritis, digestiones difíciles, úlceras de estómago, estreñimiento, etc.
· Trastornos del sueño: las alteraciones en el sueño provocan una acumulación de fatiga que, a largo plazo, puede generar incluso fatiga crónica, que provoca alteraciones nerviosas, dolor de cabeza, irritabilidad, depresión, estrés, enfermedades digestivas y circulatorias…
· Trastornos nerviosos: sensación de abatimiento, dificultad para pensar, ansiedad, depresión, desgaste psíquico, fatiga mental…
· Incremento de la probabilidad de sufrir enfermedades coronarias, cáncer de mama, colon, rectal, de endometrio y linfoma de Hodgkin.
· Perturbaciones en los ciclos y duración de la menstruación, infertilidad, abortos, partos prematuros y problemas en los recién nacidos.
· Aumento de los niveles de corticoides en sangre, problemas en la salud de los huesos, artritis reumatoide, alteración de las respuestas metabólicas, ganancia de peso, diabetes…
· Mayor gravedad de los accidentes y aumento del número de accidentes de trabajo.
· Insatisfacción personal en el trabajo.
· Mayor tendencia al consumo de alcohol, tabaco, tranquilizantes, somníferos, excitantes…
Sobre la actividad laboral y el trabajo:
· Aumento del número de errores.
· Disminución del rendimiento.
· Disminución de la capacidad de control.
· Aumento del absentismo laboral.
· Insatisfacción en el trabajo.
· Disminución de la seguridad en el trabajo, por lo que hay más accidentes y de mayor gravedad.
Sobre la vida social y familiar:
· Empobrecimiento de las relaciones sociales y familiares, debido a la falta de tiempo y a la acumulación de cansancio.
· Pérdida de amistades al no tener los mismos horarios.
· Dificultad para disfrutar del tiempo de ocio.